31 de octubre de 2008

Entrevista al periodista Javier Romero.
“Hay más poder en los medios que en el parlamento”.
Colaboró, entre otros proyectos. Con Jorge Lanata en Página 12 y Día D. Hoy escribe en el Diario Crítica de la Argentina. Es Director del Diario de Morón donde demostró su compromiso social al abordar temas relacionados con el conurbano bonaerense de mucha repercusión. Publicó la biografía no autorizada de Daniel Hadad en donde relata como hizo el controvertido personaje para pasar de ser un simple notero a transformarse en poderoso empresario.
Por Elena Newton.


Sonrisa franca, ojos sagaces, buena combinación para un periodista. A los 45 años Javier Romero logró convertirse en un profesional de gran experiencia y trayectoria. Tras haber transitado por todos los ámbitos mediáticos, confiesa que le cuesta elegir uno. Para él todos los soportes tienen algo muy atractivo, muy potente. Y en una panorámica recorrida por los medios nos revela su opinión sobre cada uno de ellos. “La radio tiene eso de espontáneo, en el momento que ocurre el hecho, contarlo; la tele tiene la potencia de lo masivo; Internet también tiene algo de inmediatez; y en lo gráfico está la posibilidad de chequear, re chequear y encontrar las palabras justas para expresar lo que se quiere decir. Cada uno de los soportes tiene algo que no tiene el otro”.
Movido por su vocación y prácticamente autodidacta, se puede decir que se formó en los medios. “En realidad empecé a estudiar ciencias económicas pero, con el paso del tiempo, me fue tirando por el periodismo”, recuerda. “Quise hacer un programa de radio con unos amigos. Fue en el 88, la época en que arrancaban las radios comunitarias. Era radio Ciudad de Morón, no existe más”, se lamenta. Pero mientras preparaba eso se dio cuenta de que le faltaba información local, esa de la que quería hablar en la radio. “Y ahí me decidí a hacer un diario zonal”. Así surgió el diario de Morón, cuya primera edición fue en septiembre del 89 y enseguida se instaló en la comunidad. Paralelamente empezó a estudiar en TEA y a partir de entonces comenzó a dedicarse de lleno al periodismo.
“La gente sabe, ve entiende define y elige a partir de lo que conoce. Por lo tanto creo que nuestra función es contar todo lo que la gente debería saber, de una manera en que lo pueda entender y recordarle aquello no debería olvidar”, opina. Al ciudadano común Javier lo insta a prestar atención, a ser lo más pluralista posible; a que, ante determinado hecho, trate de escuchar la mayor cantidad de voces y sobre todo que confíe mucho en lo que percibe, en sus sentidos, a pesar de lo que digan los medios.
Un libro polémico.
Es coautor de Vale Todo, la biografía no autorizada de Daniel Hadad, libro cuya primera edición de 1500 ejemplares se agotó, a pesar de no haber tenido prácticamente difusión. Sin embargo, la editorial decidió no reimprimirlo. “Cuando decidimos -(junto con su colega, Romina Manguel)- hacer un libro sobre una figura muy contemporánea, con mucho poder y con muchas relaciones con el sector oscuro y mafioso de la Argentina, imaginamos que podríamos llegar a tener ciertos inconvenientes, pero fueron muchos”, asegura. La salida del libro fue complicada, tanto con la primera editorial, Planeta, que rescindió el contrato, como con la segunda, Editorial B, que suspendió la presentación que se haría en la Feria del Libro. “En realidad la hicimos igual, pero en los pasillos y sin autorización”, asegura Romero.
Vale Todo es el resultado de dos años de investigación exhaustiva que logró bucear en la mitología del empresario mediático y profundizar acerca de los rumores que corrían sobre sus conexiones con sectores oscuros de la política y las finanzas. Para esto se valió de los datos que aportaron las más de 300 entrevistas que le hicieron tanto a enemigos y amigos, como al propio Hadad en persona (las cuales se suspendieron cuando paralelamente comenzaron a recibir intimidaciones).
¿Hadad les inició acciones legales por la publicación?
No, no tuvimos acciones legales de ningún tipo. Hadad no nos demandó
porque no tenía cómo hacerlo. Fueron presiones que recibió la editorial, presiones políticas. Tal vez hubo algo financiero atrás. ¿Qué es lo que define que una empresa que se dedica a vender libros, no venda libros? No sé, tal vez recibieron amenazas. O tal vez ganaron más dinero haciendo otro arreglo. Nosotros, si bien teníamos comprobado ante escribano el tema de la censura, decidimos no iniciar juicio porque no es un tema que hayamos querido resolver desde el punto de vista económico. Queríamos hacer una denuncia pública, y es lo que hicimos.
El libro no solo describe la trayectoria del protagonista, sino que invita al lector a develar la herramienta de poder en que se han convertido los medios. “En la comunicación hay mucha manipulación, mucha persuasión, reconoce. “Creo que el mayor desafío de la democracia es impedir que haya concentración, que cinco personas no decidan qué podemos ver, saber, leer o escuchar 40 millones. En los medios es complicado porque tiene que ver con la esencia del ser humano, con la libertad. Así que ahí el gobierno debería ser más celoso. Lamentablemente, al estar ya concentrados (los medios), tienen mucho poder y se resisten”.
Entonces, ¿existe la objetividad en periodismo?
Uno es subjetivo porque es sujeto. Lo que trata es de hablar con la suficiente independencia. Pero nuestras creencias nos determinan en la elección de las noticias y en la manera de contarlas.
Responsable y medido, desvía la mirada tratando de hilar cuidadosamente sus pensamientos. “La subjetividad es inevitable porque somos personas. Sentimos cosas con lo que vivimos, y eso lo expresamos también… Y creo que está bien que sea así, eso es lo más honesto”.

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