21 de noviembre de 2008

El segmentado análisis de la crisis económica mundial

La crisis económica mundial dejó al descubierto para quiénes están hechos los medios de comunicación en el país.

Por Lisandro Arijón

El mundo atraviesa un momento económico complicado.
Decenas de bancos muy importantes de los Estados Unidos fueron rescatados por el gobierno de George W. Bush en una medida casi a contramano de lo que dictan los libros de economía liberal en cuanto a la intervención estatal en los mercados. La crisis ya llegó a Europa, donde por estas horas los ministros de todos los países miembros de la Unión Europea intentan llegar a un acuerdo de rescate en conjunto.


Pero si de algo vive el sistema económico que gobierna al mundo es de las crisis, y esta no deja de ser una más. El Capitolio aprobó un plan de rescate financiero por una cifra cercana a los 850.000 millones de dólares, y aun así parece no alcanzar para tapar el agujero que provocaron en el sistema bancario los ciudadanos norteamericanos que dejaron de pagar sus hipotecas por tener tasas de intereses altísimas.


En estas horas donde las cifras en dólares aumentan de tamaño casi como la desigualdad social en el mundo. Sería bueno destacar algunos datos: los 850.000 millones de dólares destinados al rescate servirían para erradicar la pobreza del mundo por dos días, y representan menos de la mitad de los gastos de defensa de los EEUU en un año.


Por estas tierras al sur del continente los días de temblor mundial pasan entre ecónomos que surgen de todos lados y periodistas que parecen tener pocos recursos a la hora de intentar develar o esclarecer mínimamente los por qué y los cómo que la sociedad reclama conocer. Por el contrario, las preguntas que más se escuchan estos días en radio y televisión son: ¿cómo afecta la crisis a la argentina? ¿Qué hacemos: compramos dólares o euros? De esta manera se subestima al público, entregando consejos mágicos en lugar de buscar un lugar para el razonamiento y el aprendizaje.


El tratamiento de la crisis en los medios, sobre todo en la televisión y aún mas acentuado en programas no especializados en economía, parece estar destinado a un cierto público con determinado poder adquisitivo. Fue curioso ver cómo en la mayoría de los programas de TV, principalmente los de la mañana, las dudas pasaban entre “poner la plata en ladrillos”, “comprar dólares” o “cambiar el auto”.


Es conveniente recordar que, según cifras no oficiales (claro), en la Argentina existen unas 10 millones de personas que tienen problemas para poder cubrir sus necesidades básicas todos los días, necesidades que no incluyen compra/venta de inmuebles ni especulación financiera, y muchas de estas personas ven televisión y escuchan radio.


Es lógico que grandes medios de comunicación devenidos en poderosos grupos económicos tengan reales intereses en qué y cómo se difunde esta crisis económica global, pero algunos sectores marginados de la sociedad parecen destinados a ser difundidos como una tribu urbana más y no como parte de la sociedad.

19 de noviembre de 2008

Un diálogo con Fernando Bravo

De micrófonos y decathlones

Por Diego Codini

Me acuerdo que hace tiempo la persona a la que estoy por entrevistar llamó a mi viejo para el cumpleaños, aunque ellos no se conocían. Quien llamaba no era otro que Fernando Bravo, actualmente conductor del programa “Que Te Parece”, que se emite por radio Del Plata AM 1030. Desde hace años, Bravo tiene la costumbre de llamar por teléfono y saludar por los cumpleaños de manera sorpresiva.

Llego una hora antes de que termine el programa diario y rápidamente me sumo al equipo de producción. Desde allí lo observo y no pasan ni cinco minutos para que levante su mirada, sonría y me salude con la palma de su mano. Tan insólita pequeñez me hace sentir parte del grupo y me genera inquietud por saber si realmente su persona es como la percibo por sus gestos. Se me viene a la cabeza cuando lo llamé para concretar la entrevista y no dudó en hacerse un espacio para atenderme. Parecía otro augurio de con quien me podría encontrar. “Si, cuando te quede a vos mas cómodo si querés venite antes de que termine el programa y de paso mirás y después hacemos la nota”, me contestó aquel día.

Nuestro contexto para charlar es un estudio de radio cálido como el personaje al que voy a entrevistar, al menos eso pienso hasta el momento. Cálidos también fueron los veranos en San Pedro, ciudad donde nació y creció. Los veranos de la adolescencia eran muy diferentes al resto de los chicos. “En vez de ir al río me iba a dar vueltas con un autito a hacer publicidades, una propaladora de Don Jacobo Levín. Esos fueron mis comienzos frente al micrófono”, cuenta.

Siempre prefiere que se lo considere locutor y no periodista. Estudió locución en el ISER y no le quedaba para nada cerca de donde vivía. “Hoy defendía a Pino Solanas y los trenes, porque si no hubiese existido el tren no habría podido hacer la carrera de locutor. Salía a las tres de la tarde y llegaba a casa a las tres de la mañana”, comenta en relación a la decadencia de los ferrocarriles en la Argentina y hace referencia a un reportaje que le realizó días atrás al director de cine y militante político Pino Solanas.

Pasaron muy pocos días de los juegos olímpicos de Beijing y una vez más Fernando Puchulu no puede con su genio y compara su profesión con algo de común conocimiento. “Los locutores o conductores terminamos siendo decathlonistas. El decathlonista corre 100 metros con valla, tira la garrocha, tira el disco, salta en alto, en largo… Nosotros somos eso: no nos especializamos en nada pero tocamos todos los temas. Lo importante es que tengamos cierta información”, asegura.

Comenzó su trabajo en los medios en el año 1969. Pasó por diferentes programas de televisión y radio. Condujo diversos espectáculos e incluso fue premiado más de una vez. Tiene más de 30 años de trayectoria en los medios. Su primer paso por la televisión fue en Campana de Cristal por la pantalla de canal 13, luego condujo varios premios Martín Fierro y hasta fue protagonista de programas que marcaron historia como Siglo XX cambalache y Fer Play. En radio debutó en radio Belgrano entre otras.

“Si vos tenés que hacer un reportaje, tenés que saber de quién se trata la persona a entrevistar, quién es. No hay que competir con el entrevistado sino nutrirte de él para sacarle partido. No dar todo por hecho, siempre preguntar para saber y básicamente ponerte al servicio de un reportaje que le sirva al que está escuchando. Siempre se pregunta para saber nunca se pregunta para dar por sobreentendido”, explica Bravo, y agrega: “El mejor reportaje es cuando vos no te notás, y ponés todo al servicio del producto. Uno se hace notar porque brilla sin estar en el primer plano”.

Me quedo con ganas de aprovecharlo para que dé algún consejo a los jóvenes que quieren seguir sus pasos. “Yo le recomiendo -dice- a quien quiera llegar a los medios que, como mínimo, lea dos diarios por día porque eso da una fluidez y un bagaje de información que algún día le va a servir. En algún lugar, como en el disco rígido, va quedando todo lo que uno lee y en cualquier momento puede utilizarse”.

Por otro lado, Bravo también se refiere a la práctica periodística pro excelencia: la entrevista. “Si vos tenés que hacer un reportaje, tenés que saber de quién se trata la persona a entrevistar, quién es. No hay que competir con el entrevistado sino nutrirte de él para sacarle partido. No dar todo por hecho, siempre preguntar para saber y básicamente ponerte al servicio de un reportaje que le sirva al que está escuchando. Siempre se pregunta para saber nunca se pregunta para dar por sobreentendido”, explica el locutor, y agrega: “El mejor reportaje es cuando vos no te notas, y pones todo al servicio del producto, uno se hace notar porque se brilla sin estar en el primer plano”.

Desde que empecé la nota no deja de bostezar. Me parece que lo estoy aburriendo pero como una suerte de adivino intuye un poco y, rápidamente, aclara: “mira que bostezo no porque me aburra. Es que siempre después del programa puedo estar bostezando hasta mucho más tarde”. De a poco voy haciendo el estudio de campo para comprobar mi hipótesis de su persona cual psicólogo con su paciente, y compruebo que me mira atentamente, señal de que es una persona respetuosa y franca. Así que no lo quiero retener más.

Concluye la entrevista y me acompaña hasta la puerta, gesto que terminar por confirmar mi teoría. Es un profesional del periodismo, es cierto, pero es difícil mantener la distancia “objetiva” cuando uno siente que ya conoce al otro tanto como si fuera un amigo. Este es el verdadero Fernando Puchulu. Desde hoy, para mí solo Fernando.

Agosto de 2008