26 de noviembre de 2008

“Mundo Grúa fue como mi carnet de conducir en el cine”

ENTREVISTA A LUIS MARGANI


El protagonista del primer film del cineasta argentino Pablo Trapero describe sus experiencias en el cine, su pasado como bajista en una banda de rock en los ‘70 y los recelos en el ambiente y el trato cotidiano con los demás.

Por Marcos Francese



El comedor luce decorado con cuadros, tapas de diarios y fotografías con otros actores. Sobre el modular asoma su tesoro más preciado: el premio al mejor actor del Festival de Cine Independiente de Buenos Aires de 1999. La televisión murmura las noticias de lo que ocurre en Bolivia. La puerta se abre y aparece el actor Luis Margani, más conocido como el “Rulo”, aquel personaje entrañable que fue el centro de la película Mundo Grúa de Pablo Trapero. Con los ojos entreabiertos y los pelos arremolinados se sienta para comenzar la entrevista. “Me quedé dormido” dice, ofreciendo disculpas.


Margani alcanzó la fama con Mundo Grúa siendo un actor no profesional (actualmente sigue con su taller de electricidad del automóvil), pero este no es el único dato curioso de la vida de este actor de San Justo.


“A mí siempre me gusto el arte”, reconoce. A comienzos de los setenta fue el bajista de la banda de música beat “Séptimo Regimiento”, que se hizo famosa con el hit “Paco Camorra”. Con esta banda apareció en las películas de Luis Sandrini y hasta hicieron giras en el exterior. “Los rockeros nos decían que hacíamos música berreta “, se ríe, mientras alza su mirada buscando recuerdos de su juventud.


Ya en los ‘80, Margani elige el matrimonia y el mundo de la música se termina para él. Y aunque admite que con el taller de electricidad siempre le fue bien, también cuenta que llegó a estar sin el local y a trabajar en la calle. De alguna manera, siempre se la “rebuscó”.


Su llegada al cine se dio gracias a que conocía a Martín Trapero, el padre de Pablo. Margani compraba los repuestos en su local. En 1999, Trapero lo convoca para protagonizar Mundo Grúa. “Cuando me lo propuso le dije no. Era otro desafío”, recuerda Margani.


- ¿Qué experiencias le dejó esa película? Estuvo con actores como Adriana Aizemberg, Daniel Valenzuela y Roly Serrano
- Estar con actores profesionales era otra cosa. Tengo una anécdota con Adriana Aizemberg: cuando me la presenta, pensé que era una vecina. Improvisamos una escena en su departamento. Y la verdad es que me sorprendí. Le dije a Pablo: “muy bien esta chica”. Y Adriana me miraba como diciendo: “¿éste quién se cree que es?”. Cuando empezó a hablar de los planos, no sabía dónde meterme. Me sentía bastante satisfecho mientras rodábamos, pero también estaba mi duda porque no entendía nada de actuación.


Después vinieron sus participaciones en comerciales, series televisivas y distintas películas. En el 2001 coprotagonizó en Chile, “La fiebre del Loco”, un film del prestigioso director trasandino Andrés Wood.


¿Siente que hay cierto recelo con usted en el ambiente porque no es un actor de carrera?
No creo. Una vez un actor me dijo que yo no podía opinar porque no había estudiado. No le di importancia. Grandes actores como Soledad Silveyra me felicitaron. Arturo Bonín dijo que mi actuación era un documento fílmico. Las críticas no me interesan. Si bien Mundo Grúa fue como mi carnet de conducir en el cine, en los últimos años estudié teatro para seguir perfeccionando mi actuación.


A medida que fue creciendo su popularidad, el trato cotidiano -dice Margani- “fue siempre igual”. Destaca que nunca se la creyó. “Por eso seguí con el taller”, aclara el actor. Y eso demuestra que su naturalidad –ese rasgo intransferible que deslumbró en aquel primer film- permanece intacta.
Septiembre de 2008

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